Esta es una nueva etapa peronista en el poder que estará marcada por los enfrentamientos entre la Juventud Peronista y los sindicalistas de siempre, la muerte del líder, la caída de la democracia y una nueva dictadura.
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La retirada del gobierno de facto de la Revolución Argentina le dejó al nuevo gobierno y a las instituciones democráticas la responsabilidad de restablecer el orden económico, social y político que estaba quebrado. El periodo 1973-1976 puede dividirse en tres bloques que se corresponden con las tres presidencias del periodo: La primavera camporista a partir de marzo del 73, el segundo bloque con el retorno de Perón en junio del 73 caracterizado por una polarización política dentro del movimiento peronista y la muerte del líder y el tercer bloque de la presidencia de Isabel Perón y la caída del gobierno democrático.
La primavera camporista
Cámpora llegó al poder luego de que el Frente Justicialista por la Liberación (FREJULI) ganara las elecciones con el 49, 5% de los votos con la fórmula Cámpora-Solano Lima, mientras que la Unión Cívica Radical sacó el 21% de los votos. El FREJULI estaba compuesto por la Juventud Peronista, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) de Frondizi, los Conservadores Populares, los Populares Cristianos, los Sindicalistas Clasistas, Los Sindicalistas Revolucionarios, las Fuerzas Armadas Peronistas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ejército Nacional del Pueblo y otras agrupaciones, por lo que el peronismo volvió a la gestión gubernamental con Perón excluido de este modelo, pero el poder real estaba en las manos del líder peronista como lo expresaba el eslogan de campaña “Cámpora al gobierno, Perón al poder”. Para alcanzar el poder, el nuevo gobierno contó con la llamada “tendencia revolucionaria” del peronismo que agrupaba a las distintas fuerzas aglutinadas en torno a Montoneros, pero también contaba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias o Descamisados que habían impulsado la tendencia revolucionaria y que habían sido legitimados por el propio Perón con la etiqueta de las formaciones especiales. El rol del sector juvenil en la campaña electoral fue grandísimo ya que fue la juventud quien se puso al hombro toda la campaña y que alentó y respaldó más decididamente el eslogan “Cámpora al gobierno Perón al poder”. Este protagonismo se plasmó de manera bastante significativa en el nuevo gobierno en términos de afinidad que Cámpora tuvo con la nueva tendencia. Así, los jóvenes de la nueva tendencia fueron incorporados como la cuarta rama dentro del movimiento oficialista de la cual ya eran parte la rama política, sindical y la femenina.
El peronismo vuelve a gobernar sobre la base de una articulación sumamente contradictoria no sólo dentro de las internas, sino sobre su propia base social cosa que se expresó en el hecho de que aparecieron distintas expectativas en relación a los sectores que votaron el retorno del peronismo. Por un lado, una parte consideraba que el retorno del peronismo al gobierno implicaba un retorno a las condiciones y al modelo implementado en los años desde el 45 y 50. Por otro lado, estaba el sector que estaba más radicalizado dentro del propio peronismo que consideraba que el triunfo electoral era el primer paso para avanzar hacia transformaciones estructurales revolucionarias que incluso iban hacia un rumbo socialista integrado con las características nacionales.
Cámpora y los sectores de izquierda
Luego de que Perón incluyera a la juventud peronista de la tendencia revolucionaria dentro del partido, se pudo observar que en el nuevo sistema parlamentario, la representación de la tendencia revolucionaria era menor si se lo compara con la representación que tenian en el recinto los actores ortodoxos y sindicalistas de siempre. La afinidad de Cámpora y la tendencia se va a ver plasmada en su primer discurso donde el nuevo presidente aseguró que el triunfo era sobretodo del esfuerzo de la juventud peronista, pero también se vio plasmada la relación en la conformación de su gobierno. El nuevo gobierno tenía entonces ministros y gobernadores que en términos de afinidad se acercaban a la “tendencia” ya que Cámpora daba cuenta de la necesidad de equilibrar las fuerzas internas por lo que dentro de su gabinete se encontraban personajes como Juan Carlos Puig o Esteban Rigth que se acercaban a la “tendencia” y también se encontraba el ministro de Bienestar Social López Rega representante de la derecha.
El proyecto político y económico de Cámpora
El proyecto de este primer gobierno va a tener dos ejes centrales: recuperar el orden y la institucionalidad y recrear un modelo económico como el del pasado. En términos institucionales, el gobierno tenía como objetivo reglamentar el sistema político parlamentario y para eso debía reconciliarse con la Unión Cívica Radical por lo que en este periodo se puede ver una buena relación entre Perón y Balbín. Con respecto al objetivo del orden, el gobierno quería recuperar el orden social y para eso tenía que lograr recuperar las fuerzas del poder sólo en las manos del Estado, es decir, que el gobierno tenía que impedir que sigan las acciones armadas de las organizaciones políticas militares y disciplinar a ese movimiento. Con respecto a recuperar el modelo económico como el del pasado, José Ber Gelbard, ministro de Hacienda y Finanzas logró implementar el plan trienal donde el Estado, los trabajadores y los empresarios firmaran en junio de 1973 el “pacto social” que fue la columna vertebral de la estrategia económica del peronismo. El pacto social estableció un aumento salarial de un 20% para los trabajadores y a partir de ahí se congelaban tanto los salarios como los precios durante dos años. También, Gelbard buscó nuevos mercados para los exportaciones agropecuarias sobre todo en el campo socialista en lo que se conoció como la apertura hacia el este ya que el mercado europeo había logrado autoabastecerse. Al mismo tiempo el gobierno volvió a implementar una presión al empresariado agropecuario con el fin de aumentar los niveles de producción para lograr una nueva nacionalización del comercio exterior. Además, desde el ministerio de Hacienda se lanzó una serie de incentivos para la producción industrial mediante créditos a tazas preferenciales para las importaciones, al tiempo que se sancionó una nueva ley de inversiones extranjeras que buscó poner ciertos límites a la extranjerización del aparato productivo industrial. Es necesario remarcar que no hay un proceso de nacionalización tan marcado como en las etapas anteriores. Los resultados iniciales de este plan fueron bastante positivos ya que hubo una cosecha récord de trigo que permitió revertir el déficit del sector comercial externo, también hubo un aumento en las reservas y disminuyó la inflación, por lo que el pacto social en esta primera tapa fue bastante efectivo.
¿Qué fue el Devotazo?
El 25 de mayo, día de la asunción de Cámpora como presidente, cientos de miles de personas se hicieron presente en la plaza de Mayo incluido los integrantes de la tendencia que van a tomar el control del acto obligando a los miembros de la junta militar a retirarse. Paralelamente, una gran manifestación llegó a la cárcel de Villa Devoto en lo que se conocerá más adelante como el Devotazo, donde miles de personas presionaron hasta lograr un decreto presidencial que liberó a todos los presos políticos de las organizaciones revolucionarias que habían sido detenidos por los militares durante el gobierno de la Revolución Argentina. También por esos días se va a generar una gran cantidad de tomas y ocupaciones de fábricas, universidades, hospitales, radios, canales de televisión y de municipalidades con el objetivo de desplazar a las autoridades que venían de la dictadura y evitar su continuación. Este proceso de tomas demostró que la institucionalidad y el orden que pretendía el proyecto de Cámpora solo iba a ser posible si el gobierno obligaba a los sectores involucrados a terminar con la violencia concentrando la fuerza de poder solo en el gobierno.
El fin del Gobierno camporista
El 20 de junio de 1973 Perón regresó definitivamente al país provocando que miles y miles de personas entre las cuales se encontraban interminables columnas de la Juventud Peronista marcharan hasta el aeropuerto de Ezeiza para recibir al líder. Los grupos de extrema derecha conducidos por el Coronel retirado Jorge Onside y el secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci que estratégicamente estaban en el palco donde hablaría el líder peronista, comenzaron a disparar contra la multitud con el objetivo de dispersar a la Juventud Peronista entre las que se encontraban agrupaciones como Fuerzas Armadas Revolucionarias, Fuerzas Armadas Peronistas y Montoneros que pretendían avanzar hacia el lugar central del acto. así se inició un enfrentamiento que dejó varios muertos, heridos y docenas de torturados en los edificios de Ezeiza. Esta situación dejaba en claro la polarización política que existía dentro del movimiento peronista aunque tanto la tendencia revolucionaria como los sectores sindicales aceptaban formalmente el liderazgo de Perón, pero estas dos partes tenían objetivos distintos y practicaban diversas formas de hacer política. También la relación dejó en claro la poca fuerza y liderazgo que tenía el presidente Cámpora y la imposibilidad de su gestión para generar un orden institucional y social. La grave situación hizo que el presidente presentara su renuncia indeclinablemente.
El 1 de mayo Perón rompió definitivamente con la tendencia revolucionaria en un acto en el cual su discurso fue paralelamente respondido por la tendencia en un ida y vuelta que terminó logrando que el líder echara a la multitud de la plaza. En ese acto quedó claro la posición de Perón ante la crisis desatada dentro de su partido.
El retorno de Perón y su tercera presidencia
Luego de que Cámpora renunciara en julio del 73, Perón ganó las elecciones con el 65% de los votos. El proyecto político de Perón tenía tres ejes fundamentales: el pacto social con la CGT y la Confederación General Económica (CGE), el acuerdo democrático con las fuerzas políticas y lograr establecer una conducción más centralizada en su espacio político como lo había sido en sus comienzos. Pero su última presidencia duró pocos meses ya que el líder peronista falleció el 1 de junio de 1974 siendo reemplazado por Isabel Martínez de Perón quien era su esposa y la vicepresidenta de la nación.
La relación de Perón con la Juventud peronista y la teoría del cerco
El asesinato del secretario general de las CGT, José Ignacio Rucci en septiembre de 1974 profundizó la mala relación entre Perón y la izquierda del espacio político. Una gran prueba del malestar del presidente fue la posterior aparición del documento reservado del Consejo Superior Peronista que buscaba alejar a los sectores revolucionarios dando instrucciones a los gobernadores para evitar el avance de estas agrupaciones políticas en las gestiones provinciales. La relación se siguió agravando a partir del ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo contra un cuartel en Azul en el mes de enero de 1974. Totalmente enfurecido Perón amagó con renunciar por lo que varios ministros y gobernadores allegados a la tendencia revolucionaria presentaron su renuncia. El alejamiento de Perón quedó demostrado en una serie de discursos en los cuales el líder peronista calificó a la juventud peronista como: idiotas, inútiles e infradotados situación que fue acompañada por el reconocimiento hacia las organizaciones sindicales y a los viejos militares peronistas por Perón y situando a la juventud peronista como enemigos encubiertos. La respuesta de la Juventud Peronista para calificar los dichos del presidente se hizo a través de la teoría del cerco, por la cual la agrupación establecía dos versiones: una mágica que responsabilizó al entorno y, más precisamente al brujo López Rega, como el verdadero culpable de las desacertadas decisiones que fue adoptando Perón. La segunda versión era la ideológica que señalaba como último responsable de los acontecimientos al cerco internacional integrado por los militares recientemente instalados en países limítrofes.
La economía en la tercera presidencia de Perón.
Uno de los objetivos era el pacto social que se firmó en marzo del 74, luego Perón fue el mediador en la paritaria donde los sindicatos obtuvieron un aumento salarial del 13%. Pero los empresarios en desacuerdo con el porcentaje autorizado por el ministerio, trasladaron el incremento salarial a los precios.
El ministro Gelbard aspiraba a alcanzar un aumento de la participación de los asalariados en el ingreso nacional del 40 al 50% en un lapso de cuatro años, para eso se implementó una política salarial tendiente a incrementar los ingresos reales de los trabajadores. También se buscaba establecer un nivel de precios que lograra reducir paulatinamente los elevados índices inflacionario. Respecto al sector del agro, el gobierno hizo hincapié en la necesidad de incrementar la productividad y las exportaciones para lo que instrumentó un acuerdo en el que se comprometió a aumentar los precios mínimo de los productos del agro, otorgar incentivos fiscales y formular una política crediticia favorable para estas ramas. Además, el gobierno impuso controles sobre el tipo de cambio de divisas, trató de incentivar las exportaciones, se le dio más poder a la Junta Nacional de granos, carnes, etc permitiéndole monopolizar la exportación de esos productos. Por último, a nivel internacional se firmaron acuerdos con países socialistas para ampliar el mercado.
Los objetivos planteados en el área económica hicieron que los trabajadores continuarán con la movilización lo que provocó el enfrentamiento cada vez más imposible de frenar entre el sindicalismo de siempre y el sindicalismo clasista. Además, los sectores empresariales también fomentaron la crisis social oponiéndose a los aumentos salariales, aumentando los precios y generando un acopio de los productos que luego vendían en un mercado paralelo.
La muerte del líder
en una situación socialmente caótica que se caracterizaba por la cotidianidad de los enfrentamientos dentro del interior del espacio político, Perón realizó lo que sería su último discurso el 12 de junio de 1974. 19 días más tarde, el 1 de julio Juan domingo Perón falleció por lo que la vicepresidenta de la nación, Isabel Martínez de Perón asumió el cargo de presidente el 15 de julio del 74.
La creación de la Triple A
La gran situación de caos fue la excusa perfecta para crear la Alianza Anticomunista Argentina conocida como “La Triple A”, una agrupación que se creó a partir de que López Rega se convirtió en primer ministro y no dudó en utilizar la metodología propia del terrorismo de estado. La Triple A era una organización clandestina en la cual actuaban elementos policiales y para policiales cuyo objetivo era eliminar físicamente a su adversario. La primera aparición pública de esta agrupación fue en noviembre de 1973, cuando una bomba estalló en el auto del senador de la Unión Cívica Radical, Hipólito Solari Irigoyen quien sobrevivió de milagro. El modus operandi incluía el asesinato selectivo o masivo, la colocación de bombas a locales partidarios y la amenaza pública de muerte a través de la divulgación de listas. Entre sus víctimas estuvieron: militantes, políticos, intelectuales, artistas, sindicalistas, periodistas entre ellos el Diputado peronista Rodolfo Ortega Peña, el Sacerdote Tercermundista Carlos Mujica, el intelectual Silvio Frondizi hermano del expresidente y el ex vice gobernador de Córdoba, Atilio López.
La presidencia de Isabel Perón y la caída del gobierno democrático
Inicialmente la nueva presidente fue apoyada por las fuerzas armadas como así también por la Unión Cívica Radical y por parte del FREJULI, pero va a ser una presidencia endeble que no evitó que se comenzara a gestarse un vacío político. Isabel Perón entró en la arena política con Perón desde el exilio por lo que, a diferencia de Eva Perón, la nueva presidente tuvo un peso propio mucho menor de cara a sus seguidores. De este modo, el gobierno de Isabel Perón estuvo caracterizado por continuos cambios en el gabinete, cambios de alianzas políticas e incluso estuvo marcado por una drástica reconfiguración del proyecto peronista sobre todo en su veta económica.
El proyecto político de Isabel Perón
Uno de los principales ejes en esta área fue terminar definitivamente con la tendencia revolucionaria del peronismo en general y también con los sectores obreros, disidentes combativos y clasistas por lo que la agrupación Montoneros decidió pasar a la clandestinidad y reactivar las acciones armadas. En ese mismo año fueron intervenidos los sindicatos gráficos de Ongaro (ex líder de la CGT de los argentinos), fue intervenida también SMATA dirigida por Salamanca en Córdoba y lo mismo ocurrió con el sindicato de luz y fuerza en Córdoba liderado por Tosco. En marzo de 1975 se va a lanzar un descomunal operativo militar que se denominó operativo Serpiente roja del Paraná con el objetivo de suprimir a la oposición sindical de la Unión Obrera Metalúrgica lo que terminó con un enfrentamiento entre los militares y los trabajadores que luego respondieron con una huelga que duró dos meses y que finalmente fue desactivada por los militares. Después de estos acontecimientos el gobierno sancionó la ley antisubversiva y fue declaro el estado de sitio. Otro enfrentamiento gravísimo entre los trabajadores y los militares fue conocido como el Operativo Independencia que se llevó acabo en la provincia de Tucumán donde los militares gracias a la ley antisubversiva podían planear libremente la persecución, el ataque y la represión contra los sectores catalogados como subversivos. El Operativo Independencia fue el primer gran ensayo de terrorismo de estado sistemático en una región, ensayo que luego va a desarrollar en gran escala la dictadura del 76.
La economía de la presidencia de Isabel Perón
En un momento de gran conflictividad social caracterizado por la presión conjunta entre López Rega, las cúpulas sindicales y parte del empresariado agrario que querían terminar con el plan económico que se venía generando van a producir la caída del ministro de Economía Gelbart en octubre del 74. El nuevo ministro de Economía fue Alfredo Gómez Morales quien ya había participado en esa función en el año 49 donde implementó el plan de estabilización y la reorientación del segundo gobierno peronista luego de la crisis desatada en el 49 y que va a intentar en esta etapa repetir la fórmula, pero implementando un ajuste más gradualista, apuntando a reducir el gasto público, autorizando nuevos aumentos salariales y un aumento de los precios que, obviamente, se trasladó a un aumento de la inflación por lo cual su plan fracasó. En junio de 1975 va a llegar un nuevo ministro de cono mía llamado Celestino Rodrigo que fue puesto por López Rega y quien va a lanzar un violentísimo plan de ajuste que se conoce como “El Rodrigazo”. El ministro de economía pretendió aplicar una política que respondía a los intereses de los grandes grupos empresarios, por lo que Celestino Rodrigo realizó una devaluación del 100% reclamada por los sectores agropecuarios y paralelamente aumentó las tarifas de los servicios públicos y de los precios de prácticamente todos los bienes básicos(nafta, alquileres, medicamentos, etc) que iban en algunos casos del 50% y que en otros llegaba al 200%. Esto da prueba de que en esta etapa existió una gran transferencia de ingresos desde los sectores asalariados hacia los sectores empresariales y en particular a los sectores agropecuarios que son siempre los más beneficiados con las devaluaciones. El Rodrigazo fue caracterizado por el autor Svampa como el primer golpe hiperinflacionario de la historia argentina haciendo un paralelismo con lo que se va a ver en el año 89, en general es considerado como un fuerte punto de quiebre en cuanto a las políticas económicas de los gobiernos peronistas.
Una vez más la movilización obrera mostró que mantenía su fortaleza y frente a la sanción de las políticas económicas por parte de Celestino Rodrigo, las bases obreras de Buenos Aires y de muchas provincias respondieron saliendo a las calles , paralizando las tareas laborales y enfrentando al gobierno y a los empresarios en cada paritaria. El descontento de los trabajadores va a provocar que la CGT decrete por primera vez en la historia un paro general contra un gobierno peronista para el siete y el 8 de julio de 1975, por lo que el gobierno aprobó los aumentos que se habían negociado en las paritarias. Esos hechos hicieron que el plan Rodrigo fracasara generando la renuncia del ministro de economía y también de López Rega.
El final del gobierno democrático
A partir de junio y julio del 75 el gobierno empezó a tambalear a pesar de que Isabel Perón había hecho significativos pasos para cumplir lo que exigían las fuerzas armadas que querían tener un rol cada vez más fuerte en la represión contra la subversión y también había cumplido con lo que los grandes grupos económicos reclamaban y que no era otra cosa que el Plan Rodrigo. Pero una vez que el plan Rodrigo fracasó, los actores militares, los actores empresarios, el gobierno norteamericano, la cúpula de la iglesia y gran parte de las capas medias se fueron convenciendo de que la experiencia del gobierno peronista se estaba agotando y que había que apostar por un rumbo hacia un nuevo golpe militar. A partir de ese momento el gobierno intentó con diferentes fórmulas evitar el golpe que ya era imparable. Desde lo político se pensó hacer un juicio político contra Isabel Perón para evitar el golpe, también desde esa área se pensó hacer un adelantamiento de las elecciones para octubre del 76, además se pensó la incorporación de militares en el gabinete de un gobierno llamado cívico militar y se pensaron distintas fórmulas que no dieron resultado. Por un lado, las corporaciones empresarias se fueron dedicando al boicot y al golpismo creando la llamada Asociación Permanente de Entidades Empresarias que lanzaron una especie de paros empresariales paralizando las exportaciones y paralizando la producción en contra del gobierno. Junto con estos hechos, los militares liderados por el Comandante del ejército Rafael Videla fueron generando los preparativos del golpe que fue publicado a través de un ultimátum que le hicieron al gobierno en el 75, diciendo que si no se ponía orden las Fuerzas Armadas lo iban hacer a interviniendo el poder. El primer ensayo de intervenir el poder se realizó en diciembre del 75 con un intento de golpe que fracasó y que se terminó consumando el 24 de marzo 1976.
Bibliografía recomendada
Rapoport, Mario Daniel (2020). Historia económica, política y social de la Argentina - 1a ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Crítica.
Recalde, Héctor Eleodoro (2010). La Argentina: de la Revolución de Mayo al Bicentenario - 3a ed. Buenos Aires: Del Aula Taller.
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